Una evaluación neuropsicológica es un proceso en el que se examinan funciones cognitivas, emocionales y comportamentales para entender cómo el cerebro de una persona está funcionando. Se utiliza para identificar fortalezas y debilidades en áreas como memoria, atención, lenguaje y habilidades de resolución de problemas, y ayuda a orientar el tratamiento y apoyo necesario en casos de lesiones, enfermedades neurológicas o trastornos psicológicos.

Implica una serie de entrevistas a la persona solicitante y a sus allegados, así como cuestionarios y pruebas cognitivas para analizar patrones de comportamiento, cognitivos y emocionales. Este proceso permite identificar características específicas de cada trastorno y su impacto en la vida diaria, ayudando al establecimiento de un diagnóstico preciso por el profesional adecuado y orientar las recomendaciones de intervención o apoyo.

En un proceso de terapia psicológica se siguen varios pasos: comienza con 2-3 sesiones evaluación inicial para entender las necesidades y establecer objetivos claros. Luego, se desarrollan sesiones de intervención en las que se abordan los problemas mediante técnicas terapéuticas específicas, y se aplican estrategias para mejorar el bienestar emocional y alcanzar las metas propuestas. Finalmente, se lleva a cabo una fase de cierre y seguimiento para evaluar el progreso y consolidar los logros alcanzados.